Un solo polvo hábilmente compuesto por dos tonos complementarios es lo mín...
Un solo polvo hábilmente compuesto por dos tonos complementarios es lo mínimo que podía hacerse para revelar la luminosidad única de cada mujer, añadiendo un toque sutil de alegría. ¿Un tono cálido? Unos polvos de sol más ligeros y más claros que los míticos polvos bronceadores Terracotta.
Sus pigmentos son suaves y trabajan en ósmosis con la piel para hacerla resplandecer sin recargarla nunca. ¿Un tono fresco? Es vivificante, rosado o albaricoque y se mezcla con los polvos de sol para aportar un toque de luminosidad.